viernes, 31 de octubre de 2008

.:Dependencia de Google:.


¿Sabemos lo que le está haciendo Internet a nuestro cerebro?

Internet es un medio por el cual tenemos fácil acceso a bases de datos por medio de los buscadores que hay en la web; el problema es que se ha perdido (en especial se ve esto en las generaciones del siglo XXI) el leer, investigar y buscar en libros; dado que lo el trabajo que tomaba horas en realizarse, gracias a internet demora unas milésimas de segundos y está al alcance de unos cuantos clics sobre los enlaces y con ello aparece la información que necesitábamos y mucho más.

La red se está convirtiendo en un medio universal, siendo el canal a través del cual llega la mayor parte de la información visual y auditiva que se inserta en nuestra mente.
Sin embargo los medios no son solo canales pasivos por donde fluye información; se encargan de suministrar los insumos del pensamiento, pero también configuran el proceso de pensamiento. Y lo que la red parece estar haciendo, es disminuir poco a poco la capacidad de concentración y contemplación de las personas que la utilizan. Mientras más usan la red, más trabajo les cuesta permanecer concentrados cuando se trata de textos largos.

Hay un cambio en la manera de pensar de la gente, por comodidad y conveniencia, prefieren evitar textos y buscar en "google" la respuesta a casi todo lo que necesiten, es común encontrar que incluso algunos afirmen "si no está en google, entonces no se encuentra en ningún otro lugar" (esto de manera exagerada).

De esto se puede deducir que el uso de la internet afecta la cognición; podemos encontrarnos con muchos cambios en lo que concierne a la manera como leemos y pensamos. Según estudios realizados (por la British Library y el otro, por un consorcio pedagógico del Reino Unido), la gente que utiliza los portales web evidenciaba “una actividad similar a la que ocurre cuando se lee por encima…”, saltando de una fuente a otra y rara vez volviendo sobre una de las fuentes ya consultadas. Por lo general, los usuarios no leían más de una o dos páginas de un artículo o un libro antes de pasar a otra página.

Algunas veces seleccionaban y descargaban un artículo largo, pero no se puede saber si realmente lo leyeron. Los autores de la investigación informan: “Es evidente que los usuarios, cuando leen en línea, no lo están haciendo de manera tradicional; es más, hay indicios de que nuevas formas de ‘lectura’ están surgiendo en la misma medida que los usuarios examinan horizontalmente, a golpes de vista, títulos, tablas de contenido y resúmenes, en busca de resultados rápidos.

Lo más preocupante es el tipo de lectura que promueve la red que da prioridad a la eficacia y la inmediatez sobre cualquier otra cosa, bien puede estar debilitando nuestra capacidad para ese otro tipo de lectura en profundidad que surgió con la imprenta. Al estar leyendo información de esta manera tendemos a "decodificar información", por ello nuestra capacidad para interpretar un texto, para ejecutar las conexiones mentales que se constituyen cuando leemos en profundidad y sin distracciones, en cambio cuando leemos en línea, se desconecta en buena parte nuestra concentración.

Tenemos que enseñarle a nuestra mente a traducir los caracteres simbólicos que ven nuestros ojos a un lenguaje que podamos entender. Y los medios y otras tecnologías que usamos para aprender y practicar la lectura, juegan un papel importante en la configuración de los circuitos neuronales de nuestros cerebros; este tipo de lectura afecta muchas regiones de éste, incluyendo aquellas que gobiernan funciones cognitivas tan esenciales como la memoria y la interpretación de estímulos visuales y auditivos. Por tanto, los circuitos que se tejen al usar la red serán distintos de aquellos que se entretejen al leer libros y otros trabajos impresos en relación a leer algo en la web.

Internet, un sistema informático muy poderoso, está subyugando la mayoría de todas nuestras otras tecnologías intelectuales. Se está convirtiendo en un todo para nosotros. Cuando la red absorbe un medio, dicho medio se recrea a imagen y semejanza de la red, inyecta el contenido de éste a través de hipervínculos, anuncios parpadeantes, etc. rodeando así el contenido con el contenido de todos los otros medios que ha absorbido. Y el resultado es que dispersa nuestra atención y disipa nuestra concentración.

Google, dice su presidente ejecutivo, Eric Schmidt, es “una compañía fundada en torno a la ciencia de la medición”, y pretende llegar a “sistematizar todo” lo que hace. A partir de los terabits (mil millones de bits) de información conductual que recoge a través de su buscador y otros portales, realiza miles de experimentos diarios, y utiliza los resultados para pulir los algoritmos que cada vez controlan más la manera como la gente encuentra información y extrae o le da sentido a la misma; lo que conlleva a que nuestra mente trabaje de la misma manera que el buscador. La compañía ha declarado que su misión es “organizar toda la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”. Pretende desarrollar “el buscador perfecto”, el cual define como una cosa capaz de “entender de manera exacta qué queremos decir y darnos de vuelta exactamente lo que queremos”.

Sergey Brin y Larry Page (los jóvenes que fundaron Google mientras terminaban sus doctorados en ciencias informáticas en Stanford), hablan con frecuencia de su deseo de convertir su buscador en una inteligencia artificial, una especie de máquina global, que pueda conectarse a nuestro cerebro.

En el mundo de Google, el cerebro humano no es más que un computador obsoleto que necesita un procesador más rápido y un disco duro más grande. La idea de que nuestra mente debiera operar como una máquina procesadora de datos de alta velocidad no solo está incorporada al funcionamiento de internet, sino que al mismo tiempo se trata del modelo empresarial imperante de la red. A mayor velocidad con la que navegamos en la red, a mayor número de enlaces sobre los que hacemos clic y el número de páginas que visitamos, mayores las oportunidades que Google y otras compañías tienen para recoger información sobre nosotros y nutrirnos con anuncios publicitarios. Lo que finalmente conlleva a que perdamos las capacidades básicas de raciocinio, concentración y entendimiento que teníamos antes de que apareciera internet.


En tanto empezamos a depender de los computadores para entender el mundo, es nuestra propia inteligencia la que se achata convirtiéndose en inteligencia artificial.



4 comentarios:

Daniela Gajardo dijo...

En relación a lo expuesto, estoy de acuerdo, ya que es verdad que cada día son menos las personas que se dan el trabajo de leer en libros cuando necesitan de alguna información y las que utilizan internet, van de un link a otro casi sin leer lo que dice en cada sitio web que visitan, por lo tanto se va perdiendo la capacidad de comprensión porque no nos detenemos a leer el texto completo y a comprender que información nos entrega, cada día nos volvemos más dependientes de google y esperamos que éste nos solucione los problemas y nos haga los trabajos; he ahí lo malo de esto, que no se toma con la debida responsabilidad y por ende a la gente sin un criterio formado, le fomenta la flojera, esto se ve mucho en adolescentes y niños, los cuales tienen tarea, luego la buscan en google y ni siquera la leen; copian, pegan, imprimen y esa sería su tarea, he ahí la responsabilidad de los padres de supervisar a sus hijos; ojalá inventen algo para incentivar la lectura, de lo contrario como dice el titulo al volvernos dependientes de google nos volveremos también "estupidos".

HateBreeder dijo...

Aunque es cierto que Internet muchas veces nos facilita en demasia el trabajo hasta el punto de nisiquiera esforzarse por hacer bien una pregunta ya que hasta con eso google nos ayuda ("Usted quiso decir:.."), la verdad es que pienso que la inteligencia no es algo que perdamos sino creo yo la capacidad para expresarla.

Edwuard dijo...

no creo que sea tan asi la cosa... es verdad que quisas que cada dia se lean menos libros pero el trabajar buscando informacion en internet no nos obliga tambien a leer??...

BvZ dijo...

No estoy de acuerdo con esta entrada. Decir que Google y otros sistemas de busqueda nos fomentan la flojera, es algo sin pruebas ni bases. (No considero que muestras estadisticas de un sector X sean una prueba solida de que Google fomente paja).

Hay que considerar que google es una herramienta para el usuario que permite el facil acceso a cualquier tipo de informacion. Si lo vemos de esa manera, lo unico que hace google es cumplir con su tarea. Internet en general es una herramienta para bien o mal, y del usuario va a depender el como la use. Y decir.

Tambien quiero apuntar de que el solo echo de leer a "reojo" es una forma bastante comun de buscar informacion. Yo jamas me dare la paja de leer un articulo que no trate lo que ando buscando.

Bueno, tengo que ir ver television, de esa forma fomentare mi flojera y me estupidizare de forma gratuita ( Si internet o google hacen daño, la television lo hace mas y de manera exponencial).

Saladus.